Haciendo exorcismos a mi cerebro

Por fin ha acabado esta locura de semana. Finalmente y no sin mosqueos varios por parte de unos y otros la aplicación ha quedado instalada aunque no sé si funcionando, pero ese ya es problema de los que la han desarrollado. Ahora tanto estrés, tanto curro y la tensión acumulada de estos días me está pasando factura y estoy aquí más tirada que una colilla pero por lo menos hoy en mi casa se respira el silencio. No hay niños, ni deberes que hacer, ni obligaciones acuciantes. Solo descansar. Y en cuanto que acabe de escribir esto me pienso fumar un cigarrito de esos que tantas risas me han procurado en mi vida y que seguramente acabe por hacerme dormir como una bendita no sin antes darme alguna que otra satisfacción para mi cuerpo que se lo ha ganao.

Fotografía de Ben Heys

Mañana tempranito empezará mi finde porque hoy dejaré que mi yo se relaje y se olvide de patosos, servidores, bits y malos rollos. Je, je. Y de regalo para la señorita por volver al estado de agonía y lo bien que lo ha hecho, de nuevo a cargar con móvil de empresa. De nuevo a la disponibilidad 24x7 por el morrillo. Uhmmm, son encantadores estos gerifaltes. Pero eso ya es cosa para pensar a partir del lunes cuando de nuevo suene la alarma para volver al manicomio.

Hoy toca empezar a vivir aunque por la cantidad de cigarros que fumo más parece que toca empezar a morir. Unos cigarros que cada vez que los enciendo me dicen que pueden dañar el esperma. Pues cuanto me alegro, oiga. No voy pegando yo carteles a nadie que digan: "Cruzar dos palabras con Menganito perjudica gravemente su salud mental". O "Periquito de los Palotes acorta la vida"o esa otra de "Dejar de trabajar con Fulanito reduce el riesgo de enfermedades mortales de corazón", que perfectamente podría hacerlo. En fin, Serafín, que me voy con la música a otra parte. A disfrutar todos los que podais.

Semisonic - Closing Time