martes, 7 de octubre de 2008

Los precursores del condón a domicilio

A ver, decía la noticia que dado el elevado número de casos de jóvenes suecos padeciendo una enfermedad de transmisión sexual llamada clamidia, un consejo encargado de temas de salud decidió crear un servicio de emergencia de distribución de condones "a domicilio" en Estocolmo, Gotemburgo y Malmo. Parece que un grupo de vehículos estaba disponible tres días a la semana para desplazarse a cualquier lugar del perímetro urbano y proveer a las parejas de hasta diez preservativos por un módico precio.

Joder, hasta 10 preservativos!!! Como son estos suecos, ¿no? Nostamal, habrá que tomar nota.

Ahora en serio. Dicen que solo el 25% de los jóvenes de entre 16 y 25 años usa o usaba preservativo y lo gracioso es que decían que estaban dispuestos a usarlos si se les facilitaba el acceso a ellos.

Hijos de mi vida, y que hay que hacer, ¿colocároslo? Tendrían el acceso a los condones que tenemos todos, ¿no? Claro, que mucho más cómodo que venga un señor a casa que está esperando en la esquina de la calle haciendo no sé muy bien qué dentro de un coche, mientras que espera que le llame alguien que saldrá a recibirle con el mango tenso:

Deme usté cuarto y mitad de condón, porfa plis.


Y aquí me saldrá el amigo con el maletín y el muestrario, digo yo:

A ver... sabor a fresa, extra largo o plus, fosforito, tuttifruti, estriado, sensitivo.

¿Alguien da más? Jajaja, qué momento más romántico. Para cuando vuelve el chaval, el mango no es que ya no esté tenso es que ha dejado de ser hasta mango.

Aunque estoy acórdandome de una historia que me contó un amigo paseándose calle arriba y calle abajo buscando un puñetero condón mientras que la chiquita le esperaba en la habitación, iba a decir abierta de piernas, pero realmente ni siquiera le esperaba porque se durmió. Eso si, mi amigo tampoco es que se diera mucha prisa, que se dedicó mientras a ligarse a una camarera que como le resultó muy simpático le invitó a una copa. Le habría venido estupendamente el servicio este a domicilio. Pero vamos, que para cuando le pasó esto, yo creo que este servicio ya estaba más que extendido. Mañana le digo que se informe bien y se guarde en la memoria del móvil el teléfono de Telegoma o negocios similares.

Eso si, a este servicio de los suecos le veo una pega. ¿Y si te apetece follar los restantes cuatro días cuando no hay condons-cars patrullando las calles? Que cuatro días... son muchos días. No sé.

Bueno, pues esto era una historia antigua, precursora de negocios existentes en la actualidad. Y esto otro, pues una parodia de los de Vaya semanita relacionada con el tema.


2 comentarios:

markoz dj dijo...

Más que un tema relacionado con la protección y prevención, esto me parece un fleco más de la fiebre de las empresas "...a domicilio".
"comida a domicilio", "telecubata","turbochino", "polloexpress", etc, etc....
¿Tanto cuesta pasear un poquito????

Elektra dijo...

eso digo yo. sobre todo porque si paseas un poquito te puede pasar como a mi amigo, que además de tener a una esperando en el hotel, le de casi para enrollarse con otra mientras pasea. xDDDD

pero si, todo a domicilio, hijo. así no nos constipamos...