Como tengo mucha costumbre de contar cosas de mi vida y antes era demasiado expuesto hacerlo por la gente que en un momento dado leía, ahora aprovechando este anonimato, dejaré un poco más al descubierto si cabe mi corazón.
Me he dado cuenta de que he iniciado este nuevo blog el 22 de septiembre y que curiosamente fue también un 22 de otro mes cuando inicié mi blog anterior. Será cosa de los doses que siempre he dicho que son mi número de la suerte, o por lo menos, cuando alguien dice aquello de: piensa en un número. Yo voy y siempre pienso en el 2.
He pasado un rato entretenido igual que la otra vez, generando una imagen del blog que me resultara agradable y es que yo soy un poco coñazo y al final no me valen las plantillas tal cual, sino que tengo que cambiar los tonos, las letras, los tamaños, mirar a ver si me gustan más unas que otras, buscar una imagen, pensar un nombre para el blog que me diga algo e incluso me he tenido que inventar un nueva identidad en la red. La verdad es que esta última parte me ha costado mucho trabajo y es que uno se hace una personalidad o le da vida a una identidad en la red de forma que a veces se es más real en la red que en la vida misma. Así que yo antes era más Miyovirtual que Miyoreal. Estuve en una ocasión con alguien al que conocí en este mundo virtual y cuando me fue a presentar a unos amigos lo hizo con mi nombre Miyovirtual, cosa que no dejó de sorprenderme. De alguna forma, mi nuevo nombre en la red no me ha costado elegirlo ya que llevo ya un tiempo pensando que si algun día tuviera que ser alguien, sería Padmé, pero lo que me ha costado realmente ha sido desprenderme del otro. No solo por la personalidad que fue adquiriendo, sino por la cantidad de cosas que al final viví a través suyo las cuales me han traido hasta aquí sin remedio.
En fin, que por hoy, me siento dichosa de lo que he hecho y es que de alguna forma necesitaba reanudar la marcha y sacudirme el polvo del camino. Pensé en no volver a estos lugares nunca más, sin embargo, los días me hicieron sentir lo necesario que se había hecho para mi el tener una Ventana así que esta nueva será aquella desde la que ver un nuevo Amanecer. Y mañana comenzaremos la nueva andadura.
He pasado un rato entretenido igual que la otra vez, generando una imagen del blog que me resultara agradable y es que yo soy un poco coñazo y al final no me valen las plantillas tal cual, sino que tengo que cambiar los tonos, las letras, los tamaños, mirar a ver si me gustan más unas que otras, buscar una imagen, pensar un nombre para el blog que me diga algo e incluso me he tenido que inventar un nueva identidad en la red. La verdad es que esta última parte me ha costado mucho trabajo y es que uno se hace una personalidad o le da vida a una identidad en la red de forma que a veces se es más real en la red que en la vida misma. Así que yo antes era más Miyovirtual que Miyoreal. Estuve en una ocasión con alguien al que conocí en este mundo virtual y cuando me fue a presentar a unos amigos lo hizo con mi nombre Miyovirtual, cosa que no dejó de sorprenderme. De alguna forma, mi nuevo nombre en la red no me ha costado elegirlo ya que llevo ya un tiempo pensando que si algun día tuviera que ser alguien, sería Padmé, pero lo que me ha costado realmente ha sido desprenderme del otro. No solo por la personalidad que fue adquiriendo, sino por la cantidad de cosas que al final viví a través suyo las cuales me han traido hasta aquí sin remedio.
En fin, que por hoy, me siento dichosa de lo que he hecho y es que de alguna forma necesitaba reanudar la marcha y sacudirme el polvo del camino. Pensé en no volver a estos lugares nunca más, sin embargo, los días me hicieron sentir lo necesario que se había hecho para mi el tener una Ventana así que esta nueva será aquella desde la que ver un nuevo Amanecer. Y mañana comenzaremos la nueva andadura.
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